Guía para evaluar los diferentes tipos de servidores web

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Ángel Torres Tagle

Esta pequeña guía para evaluar los diferentes tipos de servidores web que existen en el mercado te ayudará a iniciar con tu proyecto web.

Si estás decidido a arrancar un proyecto web, tienes una lista grande de pendientes enfrente de ti que debes cumplir poco a poco a lo largo de un período de varios meses para finalmente poder poner todo en marcha. Dominio, tecnologías, diseño de página web, en fin. Todo esto se une a través de uno de los elementos más vitales para el proceso y que requiere de un proceso de selección a conciencia: el servidor web.

Guía de 3 puntos para evaluar los diferentes tipos de servidores web para tu página:

1. Conociendo las diferentes opciones: Siempre que pensemos en un servidor web hay que entender que para todo tipo de proyecto hay una opción perfecta que se adapta sin problema a las necesidades y requerimientos técnicos. Actualmente la gran mayoría de proveedores de servicio cuenta con las siguientes opciones comunes que son Hosting compartido, Hosting VPS, Hosting de servidor dedicado. Cada uno de ellos es mucho más grande y poderoso que el anterior y te servirán para distintas fases crecimiento de tu proyecto.

2. Capacidad: Un error común es pedir mucha más capacidad de la que necesita tu proyecto web en el momento. Vamos a usar como ejemplo una situación hipotética donde estés buscando un lugar para vivir. Si tu proyecto es pequeño y no tienes requerimientos muy complejos de almacenamiento o poder para correr tu sitio, entonces lo mejor sería que comiences con un servidor compartido, el cual sería el equivalente a rentar un cuarto dentro de un departamento. En vez de tener todos los gastos de agua, luz, gas y renta corriendo únicamente por tu cuenta cuentas con el apoyo de otras personas que rentan ahí mismo contigo y que aportan para que entre todos puedan pagar su estancia en el servidor.

Obviamente hay limitantes de cuántas personas (visitantes web) puedes acomodar, así como la cantidad de recursos de las que puedes hacer uso sin incomodar a los demás, por lo que este es ideal únicamente para proyectos pequeños. Si quieres dar un paso adelante con un proyecto más grande, probablemente necesites mudarte a un servidor virtual privado (VPS, por sus siglas en inglés), lo cual equivaldría en la vida real a un departamento. A diferencia de un solo cuarto, el departamento te brinda mucho más espacio para acomodar a visitantes, recursos para poder trabajar en tu página web, así como la privacidad que necesites para realizar ciertos experimentos o usar tecnologías más complejas gracias a que este es tú espacio.

Claro, están el resto de los sitios en los otros departamentos del edificio que siguen compartiendo gastos, pero los beneficios siguen siendo increíbles.Por último tenemos el servidor dedicado, que es la opción más grande, flexible y poderosa, la cual equivaldría a una casa completa. ¡Tendrás el control total de tus proyectos!

3. Precio: Aunque toda esta comparativa de los inmuebles y su relación con los servidores puede ser sencilla, creo que a todos nos interesa saber el precio. Como bien lo pudiste imaginar, a medida que vas aumentando el espacio, capacidad y privacidad en el servidor irá haciéndolo el costo.

La solución más económica será así el servidor compartido, seguida del VPS y finalmente el servidor dedicado. No hay un precio “estándar” definido y cada compañía tiene su rango de precios, pero una constante siempre será el plazo de contratación y su relación final con el precio que estarás pagando.

Al momento de hacer cualquier contratación fíjate muy bien en el precio que estarás pagando.

La mayoría de las compañías ofrece descuentos, bastante buenos, debo de admitir, que durarán el plazo que decidas contratar por primera vez (1,2 ó 3 años regularmente). A mayor plazo que contrates por primera vez, tendrás un mayor descuento para tu primera compra. Esto te puede dar un descuento, supongamos, de un 30% sobre el precio final durante el plazo que contrates. Suena bien, ¿verdad? La verdad es un gran trato, solo recuerda leer las letras pequeñas, ya que normalmente al acabar tu plazo y en la renovación del siguiente, la tarifa se ajustará al 100% del valor original. ¡Cuidado con las sorpresas!

Toma esto como una guía básica para evaluar los diferentes tipos de servidores web que hay disponibles ahí afuera. Una vez que tengas una ligera idea de qué es lo que quieres, la manera más fácil de determinar cuál de estos necesitas podría ser acercarte al servicio técnico de los proveedores de hosting. Platica tu tráfico estimado y tecnologías a usar en la página y toma en cuenta que siempre existe la opción de saltar de un servidor a otro en cualquier momento. De esta manera podrás ir creciendo paso a paso junto con tu página a medida que el éxito vaya llegando.